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Herpes

El herpes es una infección producida por el virus herpex simplex bucal (labial) o genital y se limita a esas dos zonas únicamente reconociéndose como herpes de tipo I (el bucal) o herpes de tipo 2 (genital).

El virus del herpes puede estar en latencia durante años y manifestarse espontáneamente ante ciertos cambios o desencadenantes en el organismo.

Causas y tratamientos del herpes

El herpes bucal (tipo I) se transmite por la saliva y puede adquirirse mediante los besos sin que resulte necesario que la otra persona tenga la infección activa en ese momento para su transmisión.

Este también puede transmitirse por compartir utensilios con personas afectadas, como por ejemplo, beber del mismo vaso o utilizar los mismos cubiertos.

Los síntomas asociados a una infección de herpes labial son picor, escozor, ardor y la clásica ampolla inflamada que termina por volverse costrosa antes de caer en una o dos semanas tras la infección.

Esta infección es de carácter leve y por lo general no produce complicaciones ni requiere tratamiento médico, aunque en los niños puede producir conjuntivitis y otras infecciones en los ojos. El herpes labial puede venir acompañado de fiebre en un porcentaje reducido de los casos cuando el sistema inmunitario no está funcionando bien.

Para acelerar el tratamiento de la cicatrización de las ampollas pueden emplearse preparados  antiinflamatorios de uso tópico que atenuarán las molestias ocasionadas.

El herpes genital (tipo II) se contagia a través del contacto sexual pero también puede ser transmitido desde el nacimiento durante el parto si la mujer tiene la infección activa en ese momento. Durante la gestación no es posible transmitir el virus al feto porque la placenta lo protege contra las invasiones micóticas y las sustancias tóxicas.

La infección del herpes genital es más grave y puede resultar incluso mortal si no se recibe tratamiento en sus etapas  tempranas porque puede extenderse a otras zonas del organismo produciendo graves complicaciones como la encefalitis.

Las mujeres son mucho más propensas a contraer infecciones genitales por herpes durante el contacto sexual con personas infectadas porque sus órganos son internos. Los síntomas de infección en las mujeres contemplan estrechamiento de la uretra y fusión de los labios menores de la vagina. Cuando afecta al cuello del útero no presenta síntomas en general.

En los hombres la infección por herpes genital produce vesículas que se extienden por el prepucio y el glande pudiendo extenderse también al escroto y los síntomas asociados son la retención urinaria y estreñimiento.

Tanto en el hombre como en la mujer las manifestaciones clínicas mencionadas anteriormente desaparecen espontáneamente al cabo de una semana o diez días, pero la remisión de las lesiones no son indicativo de su curación, pues la persona debe recibir tratamiento para evitar que la infección se expanda y pueda contagiársela a más personas.

Las complicaciones derivadas de una infección de herpes pueden afectar al sistema nervioso, siendo la meningitis la infección más frecuente relacionada con esta patología y que puede derivar en una encefalitis cuando no se trata poniendo en grave peligro la salud del paciente.

Cuando la mujer embarazada tiene la infección activa en el momento del parto no suele recibir tratamiento y generalmente se programa una cesárea para evitar el contagio vía genital para proceder posteriormente con las  pruebas diagnósticas al recién nacido y descartar la infección.

El tratamiento para el herpes genital es el aciclovir, un antiviral que se aplica vía tópica en un preparado en crema para atender la infección primaria y también se administra vía intravenosa durante diez días en las infecciones graves.

Los recién nacidos de madres infectadas que den positivo en la prueba diagnóstica del herpes también recibirán tratamiento intravenoso con aciclovir.

Remedios caseros para el Herpes

El herpes es una enfermedad que debemos tratar inmediatamente, no obstante, debemos decir que la utilización de sus remedios caseros deben ser con cuidado y si nuestro médico no lo recomienda, es mejor no utilizarlos.

1. Hielo

Aplicar en la zona una pequeña bolsita de plástico llena de hielo, ayudará a reducir la inflamación y a reducir la ardor y picazón.

2. Yogur y limón

Hazte una emulsión con yogur natural y unas gotas de limón y aplica encima de las ampollitas que produce el Herpes. El yogur hará que estas se sequen más rápido y el limón es un antiséptico. Aplícalo 3 veces al día.

3. Té de manzanilla

Aunque suene ilógico, si padecemos estrés puede aparecer en mayor grado el herpes, por lo que se recomienda tomar té de manzanilla y estar relajados para evitar cualquier problema con el herpes.

Debemos resaltar que el estrés debe ser algo que debemos erradicar cuando padecemos herpes y este té resulta perfecto para relajarnos.

4. Tomar zumo de naranja

La vitamina “C” resulta bueno para reducir los efectos del herpes. Durante este problema es bueno tener una buena cantidad de vitaminas, ayudarán a mitigar los efectos del herpes y combatir la infección.

5. Harina y avena

Mezclar harina y avena para después echarle agua. Se formará una especie de pasta, la cual colocaremos en la zona de la herida. Después de esto, la dejaremos por 15 minutos y volveremos a utilizarla cuando tengamos demasiada comezón. Esta pasta que se forma ayudará a calmar la picazón.

Recomendaciones y consejos para el tratamiento del herpes

  1. Evitar mantener relaciones sexuales mientras la infección se mantenga activa.
  1. Usar siempre preservativo durante los encuentros sexuales esporádicos o casuales, pues aunque una persona no presente síntomas físicos de la infección el virus puede estar en fase de latencia o haber pasado a la segunda fase infecciosa que es más difícil de detectar.
  1. Evitar compartir cubiertos y utensilios de riesgo con las personas afectadas, especialmente cuando tengan la infección activa.
  1. Evitar los besos en la boca con las personas afectadas que muestren síntomas de actividad (como las vesículas labiales).
  1. Mantener los labios lo más secos posible para facilitar su cicatrización y evitar los roces con las comidas y bebidas en la medida de lo posible.
  1. Evitar el uso de geles o cremas en los genitales que puedan aumentar la irritación de la piel afectada por las vesículas.
  1. Técnicas de relajación y ejercicio ayudan a reforzar el sistema inmunológico y a combatir el estrés. Por este motivo, son eficaces para reducir la duración y gravedad de este patología.
  1. Protector solar, en casos de las personas que frecuentemente presenten herpes labial y su desencadenante sea la exposición a los rayos solares, la aplicación de protector solar ayudará a reducir la frecuencia de aparición.
  1. Aceite de rosa mosqueta y vitamina E, la aplicación de estos preparados ayuda a tratar la curación de la lesión (no desaparición del virus) del herpe labial.
  1. Cuidados para las llagas, en el caso del herpes genital, para que las llagas sanen se recomienda lavar las llagas suavemente con agua y jabón, secar dando golpecitos. No rascar las llagas (podrían infectarse), no poner vendajes (el aire ayuda en la curación) y no aplicar lociones o pomadas si no son recetadas por especialista médico. No usar ropa apretada ni ropa interior de fibra sintética o nailon.
  1. Reducir los brotes, para ello es importante llevar una dieta saludable, dormir las horas recomendadas, evitar el estrés y protegerse de los cambios climáticos de frío, viento y calor extremo.